Testigo de desgaste de pastillas de freno

Actualmente casi todos los automóviles equipan frenos de disco en las cuatro ruedas, prácticamente solo algunos modelos urbanos y con prestaciones adaptadas para este uso tienen tambores en las ruedas traseras.

El mantenimiento más frecuente ha sido durante años el cambio de aceite, aprovechando para verificar el estado de diferentes elementos del automóvil, entre estos las pastillas de frenos.

Con la evolución de la inyección electrónica y calidad del aceite del motor se han prolongado mucho los periodos de cambio de aceite, por lo que es útil disponer de informaciones sobre el estado de diferentes sistemas, órganos y elementos del automóvil que requieren controles y mantenimiento; más si están relacionados con la seguridad, y este es el caso de los frenos.

Si las pastillas se desgastan en exceso rozan con los discos dañándoles y reduciendo la eficacia de frenada, y es por ello que necesitamos el testigo de desgaste de pastillas.

Esta falta de capacidad de frenada afecta a los sistemas electrónicos de seguridad activa primaria; ABS, regulador electrónico de frenada trasera, potenciador de frenada de emergencia, control de tracción y control de estabilidad entre otros.

Para saber cuando se han de sustituir las pastillas de frenos es frecuente disponer de informaciones en el cuadro de instrumentos más o menos elaboradas, vamos a comentar las dos más utilizadas y otra adicional bastante simple.

Testigo de desgaste de pastillas

Un testigo de desgaste de pastillas (imagen 1.1) en cada pastilla, o en una de cada eje, se coloca un contacto eléctrico que puede encender un testigo de desgaste de pastillas en el cuadro (detalle 1.2).

Cuando al frenar el contacto eléctrico roza con el disco el espesor de la pastilla es mínimo y el testigo de desgaste de pastillas se enciende (detalle 1.3).

Como el contacto se establece exclusivamente cuando se frena, el testigo se enciende solamente al frenar para apagarse al separarse las pastillas de los discos.

Esta actuación puede no ser detectada por el conductor si no se da cuenta de que el testigo se enciende durante las frenadas, o tardar tiempo en percibirlo.

Testigo de desgaste de pastillas

Información del desgaste de pastillas

Representado en la (imagen 2.1) el sistema es el mismo que el caso anterior, un contacto eléctrico en una o más pastillas detecta cuando se llegase al máximo desgaste (detalle 2.2).

Al desgastarse las pastillas, cuando el contacto eléctrico roza con el disco se da la información para encender el testigo de desgaste de pastillas (detalle 2.3), pero un control electrónico mantiene el testigo encendido aunque se deje de frenar, lo que mejora la información que recibe el conductor.

Información del desgaste de pastillas

Estimación del desgaste de pastillas

En la (imagen 3.1 y detalle 3.2) el contacto eléctrico se sitúa a la mitad del espesor de las pastillas y así actúa el sistema.

Cuando el contacto roza con el disco el control electrónico recibe la información y memoriza el recorrido con estas pastillas.

Calcula la duración estimada para ir avisando al conductor con tiempo de que ha de controlar el estado de las pastillas.

Esta información preventiva reduce el riesgo de circular con las pastillas próximas al límite de desgaste, con las consecuencias en calidad de frenada y eficacia del ABS y sus derivados.

Estimación del desgaste de pastillas

Desgaste de pastillas y nivel del líquido de frenos

Un detalle a tener en cuenta es el nivel del líquido de frenos, con las pastillas nuevas (imagen 4.1) el líquido tiene el nivel máximo en el depósito sobre la bomba de frenos.

El nivel irá descendiendo según se desgastan las pastillas para compensarlo y mantener la altura de actuación del pedal de frenos.

Al cambiar las pastillas el nivel subirá de nuevo y es una referencia del estado de las pastillas para el mecánico complementario al testigo de desgaste, por esta razón no se debe rellenar el nivel pues, si no hay fuga de líquido normalmente no se llega al nivel mínimo cuando están las pastillas gastadas.

En caso de que el nivel baje hasta el mínimo (imagen 4.2) indica que probablemente hay una fuga de líquido, en esta situación se puede rellenar para continuar con precaución hasta el taller.

Esta operación es factible con los automóviles que incorporan circuitos hidráulicos de frenos independientes, todos actualmente, pues si hay pérdida de líquido en un tramo del circuito hidráulico queda otro operativo con menos eficacia de frenada, además el pedal baja más de lo habitual.

Con automóviles que cuenten con circuito hidráulico de frenos simple la fuga de líquido deja inoperante en sistema de frenos, por lo que en caso de que se encienda el testigo de nivel es mejor no circular con el coche.

El hecho de que el nivel de líquido de frenos descienda para compensar el desgaste de pastillas implica que al depósito entra aire exterior para mantener el equilibrio de presión, con la cantidad de agua que contiene.

Esta acumulación de agua es la causa de que el cambio de líquido se deba hacer cada dos años, uno si el clima es húmedo.

Este desgaste para el líquido de frenos es superior al del funcionamiento con los cambios de presión y térmicos.

De no sustituir el líquido en su momento se reduce su punto de ebullición pudiendo llegar a hacer “fading” al generarse burbujas de aire, además de llegar a oxidar los bombines de frenos perdiendo capacidad de frenada, más en las ruedas traseras.

Desgaste de pastillas y nivel del líquido de frenos

Un sistema sencillo para informar al conductor de que las pastillas están llegando al límite de desgaste, utilizado principalmente en las ruedas traseras, consiste en colocar una placa flexible de material que no dañe los discos y que entra en contacto con estos al límite de desgaste de las pastillas, esta placa emite un estridente sonido que avisa al conductor.

Este sistema se ha utilizado al evolucionar el ABS e incorporar el regulador electrónico de frenada trasera, antes era mecánico.

Si el automóvil circula muy cargado y/o no se hacen frenadas fuertes habitualmente el reparto de fuerza de frenada entre las ruedas de los dos ejes es más equilibrada que con el regulador mecánico de frenada trasera, lo que implica un desgaste adicional de las pastillas traseras.

Por supuesto si se dispone de la información por contactos eléctricos y testigo de desgaste se prescinde de este simple sistema de detección por ruido.

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