La caja de cambios automática de gran producción se desarrolló en el mercado norteamericano a partir de los años 50 y ha evolucionado mucho desde los primeros automóviles a los actuales.
En las cajas automáticas se sustituye el embrague por un convertidor de par que, de forma sencilla es como enfrentar dos ventiladores en el interior de una cámara con aceite a presión.
Un ventilador gira con el motor y el otro con la caja de cambios.
La rotación del ventilador del motor hace girar al de la caja de cambios por el torbellino de aceite, con un cierto patinado.
Las primeras palancas de cambio automático contaban con posiciones similares a las de “Corredera” de la imagen; la posición “P” es aparcamiento y quedan las ruedas motrices bloqueadas desde la caja de cambios.
- La posición “R” es marcha atrás
- “N” es punto muerto
- “D”; la caja es automática en todas sus marchas hacia adelante y suelen* ser tantas como el número siguiente más 1, en este caso serian 4 relaciones
- “3” funcionamiento automático hasta 3ª sin entrar la 4ª
- “2” automático en 1ª y 2ª anulando las otras dos
- “1” circulación en 1ª relación
La evolución de la tecnología de la caja de cambios automática, en todos sus aspectos, ha mejorado su rendimiento pudiendo reducir mucho el consumo de combustible durante este proceso, además de ofrecer más posibilidades de conducción.
Una aportación muy valorada es el manejo secuencial de la palanca, representado por las tres imágenes con estos títulos “Secuencial +/– vertical”, Secuencial –/+ vertical” y “Secuencial –/+ horizontal”.
Consiste en poder acceder desde la posición automática “D” a un carril paralelo o inferior con las indicaciones “+” y “–“; moviendo la palanca a “+”, se pasa a una relación superior y a “–” a una inferior.
En ambos casos la palanca retorna a la posición central de este carril secuencial.
Esta opción de conducir permite el uso manual de la caja de cambios para quién le guste esta forma de conducir, que resulta muy adecuada para descensos.
Se pueden incluir botones junto al volante para subir o bajar de relación como si se hiciese desde la palanca.
El hecho de tener un convertidor de par supone que con cualquier relación insertada de movimiento el automóvil tienda a desplazarse, es el denominado “efecto arrastre”.
Para mantener el coche parado hay que pisar el pedal de freno; el coche quiere moverse pero no le dejamos lo que supone un esfuerzo del motor con su correspondiente consumo de combustible.
Se puede evitar poniendo la palanca en “N” al parar, se nota que el motor deja de “tirar” y cuesta menos mantener pisado el pedal de freno.
Pero hacer esto supone ir en contra de las ventajas de confort en el uso que aporta la caja automática.
¿Posición D al parar?
Hace ya tiempo se diseño un sistema que soluciona estas situaciones con el apoyo del control electrónico, consiste en que cuando está el motor en marcha, la palanca en “D”, el freno pisado y la velocidad es 0 km/h durante uno o dos segundos, la caja automática pasa a “N” sin que se mueva la palanca (o se desconecta la conexión del convertidor).
Se aprecia por un ligero movimiento de la aguja del cuenta RPM.
Al soltar el pedal de freno la caja inserta de nuevo la 1ª (o conecta el convertidor) para emprender la marcha normalmente.
Con esta solución no tiene ninguna utilidad pasar a “N” en las paradas.
Distribución de las posiciones de la palanca
Para completar este artículo vamos a comentar algo referente a las “otras” cajas de cambio automáticas.
Hay un tipo de caja de cambios con función automática y secuencial con las mismas posiciones que las dos palancas centrales de la imagen.
Son las cajas de cambio pilotadas en las que se mantiene el embrague (uno o lo más frecuente es que sean dos) y la tecnología interna de la caja es como una mecánica, en la que la “H” para insertar las relaciones la hace la electrónica con o sin apoyo hidráulico.
El hecho de que estas cajas de cambios dispongan de embrague/s hace que no se presente el efecto “arrastre” del convertidor de par por lo que no hay ninguna razón para pasar a “N” en las paradas.
Hay otro tipo de caja de cambios automática, es la CVT o de variación continua, en este caso la conexión entre el motor y la caja puede ser con convertidor o embrague.
Se comprueba si al insertar una posición de movimiento con la palanca hay o no efecto arrastre.
*En las cajas de cambio automáticas con “over drive” la última relación se controla con un botón por lo que habrá dos relaciones más que el número más alto
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