La percepción del conductor
Quién conduce el automóvil ha de prestar toda su atención a lo que hace controlando el entorno.
La mayor cantidad de información que se recibe es por la vista y algo por los oídos.
La aptitud del conductor o conductora depende de muchos factores, algunos variables.
La experiencia se va adquiriendo con los kilómetros y permite poder predecir mejor las situaciones.
Con el carnet de conducir reciente se sigue aprendiendo progresivamente al conducir y se va acumulando experiencia.
Es muy importante no caer en hábitos que alteren la atención o concentración y ser conscientes, para que se vaya conduciendo cada vez con más seguridad y confianza, esta sin excesos.
Hay factores que afectan a la conducción, algunos son por estados de ánimo o emocionales de quién conduce, que pueden alterar su comportamiento, atención o concentración.
El tema es complejo, por lo que para este artículo damos por sentado que la actitud de quién conduce es positiva, está concentrado/a y presta toda su atención a lo que hace, y además damos por hecho que la experiencia por años de conducir van aportando mejores cualidades para hacerlo con más seguridad.
Por eso hemos considerado cuatro perfiles de conductores/as valorados exclusivamente por los años de carnet, suponiendo que han conducido de forma continua desde que lo obtuvieron.
Uno de los perfiles que hemos elegido es de conductores/as profesionales, que se pasan el tiempo laboral tras el volante, lo que supone acumulación de más horas y experiencia proporcionalmente.
Para que quién conduce lo haga con más seguridad es importante que la percepción del conductor sea la mejor posible sobre lo que sucede en su entorno, así podrá detectar con más tiempo situaciones que pueden llegar a implicar riesgo, y en consecuencia poder reaccionar antes y mejor.
La percepción del conductor sobre del riesgo es un concepto que conocía, pero aprendí mucho más al asistir a ponencias de Luis Montoro, con el que he tenido el honor de compartir eventos hace ya bastantes años.
Percepción y ADAS
Lo que aprendí de él es la base sobre la que se sustenta parte del contenido de este artículo, al que he añadido la llegada de las ADAS (ayudas avanzadas a la conducción) como complemento de percepción del conductor.
Hemos elaborado el artículo para que se siga con las diapositivas, pues las imágenes y textos aportan la información que queremos transmitir; estas son las diapositivas con las explicaciones que se van a ver:
1.- Para analizar las percepciones de diferentes conductores/as hemos seleccionado estos/as; se indica además el automóvil y la vía sobre la que se desplaza, el campo de visión desde el puesto de conducir, los cuatro puntos cardinales como referencia del sentido de marcha, varios entornos por donde se circula y el cuadro de instrumentos resaltando el velocímetro:
2.- Cruce en ciudad con semáforos; se ven implicados cuatro automóviles:
3.- Salida con STOP a vía principal; intervienen tres coches y una moto:
4.- Tramo recto con carretera de doble sentido y piso seco; se ven tres automóviles:
5.- Tramo recto con carretera de doble sentido y piso mojado; son tres automóviles, es como la anterior pero con lluvia:
6.- ¿La precepción del conductor/a es suficiente? … ¿qué pueden aportar las ADAS?; integración de las ADAS en la conducción:
7.- ¿Y si los coches en este cruce urbano con semáforos hubiesen tenido ADAS?
8.- ¿Y si los vehículos en este cruce con STOP hubiesen tenido ADAS?; cómo habrían actuado las ADAS en estas situaciones ya vistas sin estas ayudas:
9.- ¿Y si los vehículos en este tramo recto en carretera de doble sentido en seco y mojado hubiesen tenido ADAS?; cómo habrían actuado las ADAS en estas situaciones sobre piso seco y mojado ya vistas sin estas ayudas:
Esperamos haber transmitido la idea de que las ADAS, que pueden ser recibidas con ciertas reticencias al principio, sobre todo algunas, aportan soluciones ante situaciones críticas para cualquier conductor, incluso cuando no podría un buen conductor haber reaccionado a tiempo.
Aún con las ADAS, la percepción del conductor es determinante para prever situaciones que llegarían a implicar riesgo, evitando o reduciendo la intervención de las ADAS, que siguen de guardia.
Un reto sobre todo para las autoescuelas y nuevos conductores es llegar a saber conducir como si no hubiera ADAS, para no contar con su intervención como solución habitual en muchas situaciones.
Por cierto, las ADAS tienen su mantenimiento y control.
Hay en el blog un Curso sobre ADAS si te interesa el tema.