El aceite del motor es fundamental para su funcionamiento, reducción de desgastes y duración.
Además de reducir rozamientos y desgastes entre los diferentes componentes del motor, el aceite llega a zonas muy calientes enfriándolas además de engrasarlas.
Para ejercer su capacidad lubricante el aceite ha de llegar a 90º, por lo que es importante no exigir al motor en fase de calentamiento.
La capacidad refrigerante del aceite depende de que se mantenga a temperaturas no demasiado altas.
Con exceso de temperatura el aceite, además de no poder enfriar elementos vitales del motor, se oxida reduciendo sus capacidades lubricantes y degradándose prematuramente.
Actualmente la sobrealimentación es un elemento más integrado en el motor, en los diésel hace tiempo y en los gasolina lleva ese camino.
La refrigeración de aceite ha sido y es habitual en los motores deportivos, pero con la sobrealimentación es una necesidad en todos los automóviles.
El motor del automóvil de las imágenes está en posición delantera transversal y son motrices las ruedas delanteras.
Tiene el motor cuatro cilindros en línea y la distribución es OHC.
Sistema de lubricación
Se identifican en el motor estos elementos del sistema de lubricación, cárter con aceite, bomba de aceite, filtro de aceite, circuito de engrase, testigo de presión de aceite en el cuadro y varilla de nivel.
Actualmente se suele contar con información del nivel de aceite en el cuadro de instrumentos.
La refrigeración de aceite se efectúa durante su permanencia en el cárter por el aire de la marcha.
Cuanto mayores sean las RPM del motor y menor el nivel de aceite su refrigeración es menos efectiva.
A más velocidad el flujo de aire es mayor enfriándose más el aceite en el cárter.
Se mejora la refrigeración de aceite con el cárter de aleación de aluminio, ya que es bastante más rápida la transmisión térmica que con acero.
Si se incluyen aletas exteriores en el cárter, al aumentar la superficie exterior también se mejora el enfriamiento del aceite.
El nivel de aceite ha de estar entre máximo y mínimo, pero si se va a utilizar el motor de forma exigente y más si la temperatura exterior es elevada, es mejor que esté al máximo para que al haber más cantidad de aceite y permanecer más tiempo en el cárter se reduzca más su temperatura antes de retornar al circuito de engrase.
Sistema de refrigeración por líquido refrigerante
Además de lo que se ha visto en la imagen 1, se representa en esta el sistema de refrigeración del motor, sin incluir la bomba de agua.
Los elementos que se ven son estos; radiador de refrigeración (con electroventilador y vaso de expansión), manguitos de circulación del líquido de refrigeración caliente desde el motor al radiador y retorno a menor temperatura desde este al motor.
Se aprecia que desde los manguitos entre radiador y motor salen dos derivaciones que van al intercambiador aceite – agua, es una cámara que rodea el acoplamiento del filtro de aceite al motor llena de líquido de refrigeración.
El líquido de refrigeración del motor se calienta antes que el aceite, el termostato corta el circuito de refrigeración hasta que el motor llega a su temperatura de funcionamiento, y trabaja a menor temperatura que el aceite con el motor ya caliente.
Con estas observaciones se deducen las dos aportaciones del sistema de intercambiador aceite – agua; tras arrancar en frío la transmisión térmica entre la cámara con líquido de refrigeración y los pasos de aceite hace que este se vaya calentando más rápido favoreciendo la lubricación.
Con el motor caliente y en uso exigente el aceite se calienta más y el líquido de refrigeración mantiene su temperatura, colaborando en disminuir la del aceite.
Este sistema es válido si no hay demasiada diferencia de temperatura, pero si el uso es muy severo o se trata de un motor deportivo o prestacional no es suficiente.
Sistema de refrigeración de aceite
Para lograr refrigerar el aceite y mantenerlo en valores térmicos adecuados, tanto en automóviles deportivos como los demás que equipen sobrealimentación, se suele recurrir al radiador de aceite.
La bomba envía el aceite a presión a un radiador frente a la marcha que enfría el aceite que circula por su interior, a continuación pasa por el filtro y desde este al circuito de engrase.
Para no retardar el calentamiento del aceite en frío, se incluye un termostato que impide el paso del aceite hacia el radiador hasta que no alcanza determinada temperatura.
Se suele mantener el intercambiador aceite – agua por su colaboración en fase de calentamiento del motor para que el aceite alcance antes la temperatura adecuada de lubricación, unos 90º, sumamente importante en motores sobrealimentados por turbocompresor al lograrse el efecto de “colchón de aceite” de sustentación del eje más rápidamente.
Sistema de refrigeración de aceite con cárter seco
En los automóviles de competición y deportivos de altas prestaciones, se suele utilizar un sistema de lubricación que evita que se descebe la bomba de aceite por las fuertes inercias de la marcha, frenadas, aceleraciones y rápidos pasos por curvas.
Es el sistema de “cárter seco”; el cárter es muy pequeño para recoger el aceite que cae tras lubricar el motor, este aceite es succionado por la bomba y enviado a un depósito de aceite fuera del motor.
La misma bomba por un circuito independiente, u otra específica, recoge el aceite del depósito y lo envía al radiador de aceite y después al filtro para lubricar el motor.
Este sistema incorpora radiador de aceite, con el correspondiente termostato, pues en el cárter no se enfría el aceite, lo podría hacer en el depósito si se coloca en una zona de paso de aire, pero al ser un sistema para automóviles deportivos o de competición es imprescindible el radiador de aceite.
Se han utilizado para las explicaciones circuitos didácticos que permiten ir valorando las sucesivas aportaciones de las tecnologías.
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