Desde los inicios del automóvil se han ido incorporando sistemas que ayudan al conductor en su labor; servofreno, dirección asistida, caja de cambios automática, aire acondicionado, regulador de velocidad son algunos de estos que están ya integrados en los automóviles desde hace años.
Con la evolución se añaden más sistemas de ayuda, algunos son activos y actúan sobre la conducción si hay riesgo de incidente, frenado o girando el volante si no lo hace a tiempo el conductor.
Con estos sistemas de ayuda a la conducción ADAS, y pensando en su evolución, se llega a la idea de plantear la posibilidad de que el automóvil se conduzca solo o coche autónomo, sin necesitar supervisión del conductor.
Esta idea inicial es un punto de partida para ir incorporando al automóvil más ayudas activas a la conducción, hasta llegar a que un “cerebro” de control del automóvil sea capaz de desplazarle de forma autónoma, pero el camino es todavía largo y complejo.
El coche autónomo
El objetivo es que el coche pueda llevar a los pasajeros desde un punto de partida que conoce por la ubicación GPS, a un destino que se le indica, sin que durante el recorrido requiera atención ni supervisión de los ocupantes.
Se respetan las normas establecidas para circular con la mayor seguridad, eligiendo el camino más adecuado a las demandas solicitadas al indicar el destino.
Para que sea posible este comportamiento del coche autónomo hacen falta muchas evoluciones técnicas, que han de ir acompañadas de infraestructuras adecuadas, adaptaciones administrativas, éticas y jurídicas pertinentes.
Todo esto está en proceso para ir aportando las soluciones y respuestas a cada necesidad o demanda.
El coche autónomo ha de tener el “cerebro” más eficiente, objetivo y rápido que el mejor de los conductores de forma permanente durante la marcha.
Informaciones para el coche autónomo
El “cerebro” de control y guiado del coche autónomo ha de saber en todo momento donde está y que hay a su alrededor, para esto dispone de sensores de diferentes tipos que combinan sus informaciones para “ver” lo que hay en los 360º de su entorno, estos son los más habituales:
- Sensores de ultrasonidos; emiten sonidos de frecuencias no audibles que rebotan en los objetos del entorno indicando la distancia y variación de proximidad.
- Radar; mediante señales electromagnéticas detectan la presencia y movimiento de objetos en el entorno de su radio de acción.
- Cámara termográfica; utiliza rayos infrarrojos para detectar objetos a bastante más distancia de lo que permiten ver los faros de carretera. Se utilizan para “ver” objetos de noche y es habitual en los sistemas ADAS de visión nocturna.
- Sensor óptico; detecta la luz que recibe como indicador de la iluminación exterior, ambiental o de otro vehículo.
- Haz de luz láser LIDAR; emiten luz láser para detectar la presencia de objetos a bastante distancia y su variación.
- Cámara de vídeo; ofrecen imágenes en movimiento de lo que sucede en su campo de visión.
- Informaciones exteriores; aportan datos de los movimientos de los vehículos del entorno, del estado de los semáforos y otras informaciones de la infraestructura que afecten al recorrido del automóvil. Este también aporta información a su entorno y otros vehículos.
Estos datos e imágenes son tratados para dar una información utilizable que permita al “cerebro” del coche autónomo saber donde está, que hay en el entorno y tomar las decisiones adecuadas en tiempo real, incluso anticipándose a situaciones que no serían previsibles por un conductor.
El camino hacia el coche autónomo
Como se comentó al inicio de este artículo, las ayudas a la conducción ADAS son la introducción al coche autónomo.
Se van incorporando más y con más actuación activa sobre los mandos del automóvil si la situación lo requiere, informando previamente al conductor.
Hasta llegar al coche autónomo hay seis niveles según su capacidad de autonomía, son estos:
- 0 – Coche conducido; solamente se dispone de sistemas de alerta y aviso al conductor que es quién controla en todo momento el automóvil.
- 1 – Coche con asistente de conducción; cuenta el conductor son sistemas de ADAS que pueden tomar parcialmente el control de algunos sistemas o equipos, pero el conductor es quién gobierna el automóvil, estos son algunos; regulador de velocidad activo, detector de salida de carril, información de ángulos muertos en los retrovisores exteriores, encendido y apagado automático de luces, faros adaptativos, entre otros.
- 2 – Coche semiautónomo; el automóvil puede circular de forma autónoma durante ciertos recorridos, soltando el conductor las manos del volante cortos periodos de tiempo, 10 a 20 segundos. El conductor ha de estar permanentemente atento pues es quién gobierna el automóvil.
- 3 – Autonomía controlada; puede circular el automóvil de forma autónoma en tramos controlados de autopista, el conductor ha de permanecer atento pues puede ser requerido para tomar los mandos.
- 4 – Nivel alto de autonomía; es posible circular sin supervisión del conductor en zonas donde el “cerebro” del coche autónomo disponga de información completa, mediante los sensores del automóvil que pueden estar complementados por los de la infraestructura.
- 5 – Total autonomía; el automóvil circula sin supervisión de ninguno de los ocupantes desde el punto de partida al destino solicitado.
Artículos relacionados
- De los frenos hidráulicos a los eléctricos (I)
- De los frenos hidráulicos a los eléctricos (II)
- Faros adaptativos
- Freno de estacionamiento eléctrico y automático
- Indicador de relación óptima de cambio
- Acelerador electrónico
- Dirección eléctrica
- Climatización ambiental ergonómica
- Asistencia a la conducción
- Sistema de detección de fatiga del conductor